Seguramente todos tenemos un momento de introspección donde necesitamos hacer un análisis de nuestra vida, sacando algún balance, bueno o malo, que se yo pero análisis al fin.
Yo con 26 años recién había logrado descubrir que es lo realmente quería para mi vida: Ser diseñadora de moda. Fué una duda existencial que me tuvo mucho tiempo dando vueltas, buscando que era a lo que realmente quería dedicarme. Ya con varias amigas recibidas en diversas carreras y algunas por recibirse, debo confesar que me daba como verguenza tener esta edad y no haber podido realizar ningún tipo de carreras, las que empezaba las dejaba y algunas realmente me gustaban pero quizás el mismo miedo de seguir mis sueños era lo que me frenaba, pero ya no más, ya no.
Dispuesta a seguir mis sueños y luchar por ellos, comencé a tomar un curso de moldería y confección, mientras me anotaba a la facu y aguardaba por empezar.
En mi mente me preguntaba: ¿Estaré algo grande para iniciar por décima vez una carrera universitaria? y una voz adentro mío me alentaba para que me mandara que algo bueno de todo esto iba a salir.
Luciana se largaba a la vida y apostaba por empezar a iniciar su sueño: Diseñar ropa al estilo Jorge Ibañez, sí alta costura era lo que me encantaba, manos a la obra.